Basura y policías en lo que fue el campamento saharaui de Agdaym Ikiz

Las autoridades marroquíes cifran en 132 los detenidos por los disturbios en El Aaiún tras el desmantelamiento del campo de protesta.

Una gran explanada poblada con restos dispersos de basura, bolsas de plástico, botellas de agua... Es todo lo que queda del campamento de Agdaym Izik, donde miles de saharauis, acompañados por un puñado de simpatizantes y activistas, protestaron contra las autoridades marroquíes y en defensa de sus derechos y que las fuerzas del orden de Marruecos desmantelaron sin contemplaciones hace 13 días. Las excavadoras han arrasado con todo y dejan los restos sobre la arena para que camiones volquetes se los vayan llevando.

No es fácil llegar a los restos del llamado campamento de la Resistencia. Para hacerlo, hay que atravesar tres nutridos controles policiales y además, a escasos 50 metros de lo que fue el campo de la protesta, están acampados los fuerzas marroquíes de seguridad que vigilan las labores de limpieza.
132 detenidos

Por otro lado, Mohamed Jelmous, delegado del Gobierno marroquí en El Aaiún y el prefecto de policía, Dkhissi Mohamed, han declarado a EL PAÍS que hasta ahora tenían 132 detenidos como consecuencia del desmantelamiento del campamento de Agdaym Izik y los disturbios posteriores en la ciudad. De ellos, 113 se hallan en la cárcel negra de El Aaiún y van a ser juzgados en la corte de apelación. Otros cuatro en la misma prisión van a ser juzgados por un tribunal de primera instancia y ocho arrestados en Rabat serán juzgados por tribunales militares. Siete más han quedado ya en libertad.

De los 26 policías heridos solo uno sigue en el hospital de Rabat y el resto han sido dados de alta. Jelmous niega que los detenidos hayan sido torturados y respecto de los desaparecidos de los que hablan los activistas dice que "es posible que hayan huido al desierto". "Me consta que ha habido saharauis que han huido y esperan a que pase el tiempo y se olviden las cosas", afirma.

Sobre el número de tropas que han venido de refuerzo a El Aaiún no ha querido pronunciarse: es un secreto militar.