domingo, 7 de noviembre de 2010

La noche más larga del 'Castor'

Un policía cerca del convoy radioactivo. | Reuters

La noche ha sido larga para el convoy de basura radiactiva 'Castor', que ha tenido que superar sucesivos bloqueos en varios puntos del trayecto hasta ingresar, pasadas las 7 de la mañana, en el estado de Baja Sajonia (norte de Alemania), donde está el depósito atómico provisional de Gorleben, según ha informado la policía.
De hecho, la policía ha tenido que cargar con fuerza contra varios de los miles de activistas antinucleares en las proximidades del depósito atómico de Gorleben. La policía, que empleó material antidisturbios, aseguró que actuó cuando entre 3.000 y 4.000 manifestantes intentaron bloquear las vías del tren en una zona boscosa de las inmediaciones de Dannenberg
Los manifestantes lograron bloquear el transporte al menos en tres ocasiones en territorio alemán -en las localidades de Kehl, Darmstadt y Morschen-, y obligaron al convoy a permanecer parado durante más de seis horas.
"Unos kilómetros al sur de Kassel conseguimos llegar hasta las vías y sentarnos sobre ellas antes de que llegase el tren. Éramos unos 50. Lo bloqueamos durante un par de horas, hasta que acudieron unos 200 policías que nos sacaron de allí en brazos, uno por uno. Hay que decir que en ningún momento hubo violencia y que la policía ha hecho su trabajo con una respuesta correcta y proporcionada a nuestras acciones de resistencia civil. Y si eso ha sido así, créame, es porque muchos de ellos piensan como nosotros, no quieren ver rodar el Castor pro suelo alemán", decía esta madrugada una manifestante en un café de Dannenberg.
En otras ciudades, como Karlsruhe, las fuerzas de seguridad lograron contener las concentraciones de protesta lejos de las vías del ferrocarril por donde cruzaba el tren con 123 toneladas de residuos altamente radiactivos vitrificados en once contenedores especiales 'Castor'.
Los organizadores de las protestas han hecho ya un balance muy positivo. "El hecho de que haya sido necesario movilizar a 16.500 policías, lo que equivale a todo un ejército, para permitir que el Castor llegue a su destino, demuestra que se trata de un transporte que se impone por la fuerza a la población de Alemania", decía a primera hora de la mañana Wolfgang Ehmke, de la Iniciativa Ciudadana Gorleben, que a sus 72 años sigue acudiendo a las sentadas en las vías con una silla plegable y que ha pasado la noche en vela tratando de retrasar la llegada del convoy el mayor tiempo posible.
La mayoría de los activistas se congregan desde ayer en Dannenberg, la última localidad antes de Gorleben, donde los organizadores han contado hasta 50.000 manifestantes.
Quedan apenas unos kilómetros que los contenedores deben recorren en camiones hasta llegar al depósito, pero una barrera policial hace especialmente difícil el acceso de los manifestantes a esa carretera. A pesar de ello, los organizadores de las protestas siguen intentando burlar los controles.

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