martes, 9 de noviembre de 2010

Los pescadores españoles, culpables de la extinción de los tiburones



Fecha de Publicación: 30/04/2010
País/Región: Internacional - España




En poco más de dos millones de años de existencia humana, el hombre ya ha exterminado para siempre un buen número de especies marinas. A pesar de haber estado a punto de extinguirse, las ballenas, las focas y los delfines ya no peligran. "Hace 30 años se tomó conciencia del alcance destructivo del ser humano y se pusieron en marcha una serie de medidas que han conseguido salvar a estas especies", afirma Stéphane Durand, biólogo especializado en aves marinas y coguionista de la película 'Océanos', que se estrenó el pasado viernes en España.
Sin embargo, las especies más amenazadas de este siglo son el tiburón, el atún, la pescadilla y el pez espada: "Todos los pescadores contribuyen a su extinción a nivel global, pero los principales causantes son los españoles, que están arrasando con los tiburones para vendérselos a China", apunta con rotundidad.
El largometraje 'Océanos', de los cineastas franceses Jacques Perrin y Jacques Cluzaud, refleja esta realidad en una escena cruda que muestra cómo dos pescadores capturan a un tiburón, le cortan las aletas y la cola y lo tiran de nuevo al mar, como un cilindro que se retuerce en su agonía, vulnerable e incapaz de nadar: "Esto ocurre en la realidad. No queremos transmitir un mensaje en concreto ni culpar a los pescadores de este fenómeno, sino mostrar una faceta real y cruel de cierto tipo de pesca", explica el biólogo marino.
A su juicio, para que la pesca sea sostenible hay que evitar pescar más de lo que produce el mar. "En la costa Este africana vimos cómo los pescadores locales pescaban sardinas desde la orilla. Había miles, por lo que las ballenas, los delfines y los pájaros también se alimentaban de ellas. Pero comprobamos cómo en la costa atlántica, en Namibia, los buques industriales arrasaron con todo, y dejaron a sus gentes sin nada que llevarse a la boca. Sin darse cuenta, acabaron también con los delfines, con los pájaros y con todo lo que dependía de aquellas sardinas", comenta el que ha sido la mano derecha de Perrin y de Cluzaud –nominados al Oscar en 2003 por el documental 'Nómadas del viento'– durante los cuatro años de rodaje.

Sinfonía marina
"Esta película, más que un documental, es una ópera salvaje", subraya el coguionista, quien añade que querían que la gente disfrutara de las imágenes para acercarle el mundo marino desde una perspectiva emocional. Por esta razón, la proyección apenas recurre a la voz en off, para que el espectador tenga absoluta libertad a la hora de interpretar las escenas y pueda disfrutar sin interrupciones de la coreografía que ofrece la naturaleza marina.
Los cineastas consiguieron este efecto al filmar a los animales desde distintos ángulos, como se haría con los actores de cualquier película de ficción, e hicieron hincapié en la mirada para convertirlos en protagonistas. Además, el espectador logra sumergirse por completo en las imágenes gracias a la labor de Bruno Coulais –compositor nominado al Oscar por la banda sonora de Los chicos del coro- que intercala la música con los sonidos naturales del mundo marino para crear, de esta forma, distintos ritmos en la trama de la historia.
"El valor añadido que aporta este documental con respecto a otros, como los de la BBC o del National Geographic, es el empleo de la técnica cinematográfica por medio de una tecnología de última generación", resalta el experto. Además, los más de 50 millones de euros invertidos en el documental más caro de la historia –financiados en parte por Disney Productions y por la recaudación de anteriores producciones de Jacques Perrin– han permitido que los científicos y submarinistas especializados accedieran a zonas restringidas al público en general: "Gracias a los medios que hemos desplegado en este documental, hemos descubierto más de 5.000 especies marinas desconocidas hasta el momento. No obstante, esta cifra, según algunos científicos que están rastreando todo el material recogido por Océanos, podría ascender a más de 15.000 especies nuevas", asegura Durand.
La joya visual de 'Océanos' ya inunda las carteleras de cines de todo el mundo y causa furor entre el público. De hecho, en Japón, la lucha con la superproducción Avatar por el primer puesto en la cartelera ha estado muy reñida, dada la admiración que ha despertado el documental. La clave del éxito de esta obra de arte es la belleza estética y musical: "'Océanos' logra seducir a un público de todas las edades al tocar la fibra sensible por medio de las emociones", revela el biólogo.

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