miércoles, 27 de octubre de 2010

El problema con las encuestas

Brasil / elecciones: El problema con las encuestas
27 de octubre de 2010 11:15




    El opositor José Serra y la oficialista Dilma Rousseff dilucidarán quién sucede al presidente Lula da Silva en los comicios del 31 de octubre.
Se acerca la segunda vuelta de las elecciones en Brasil y parece que la contienda está cada vez más reñida, según los sondeos: los mismos que unánimemente se equivocaron en la primera ronda.
Los últimos datos indican que se va acortando la diferencia de la favorita, la oficialista Dilma Rousseff, y su contendiente, el opositor Jose Serra. Pero después de lo que pasó en la primera vuelta, habrá que ver las urnas el 31 de octubre.
Acierten o no, lo innegable es que las encuestas de intención de voto influyen en los ciudadanos, en los candidatos y constituyen gran parte de la cobertura que hacen los medios de la campaña. Todo, pese a que la historia sólo muestra que una y otra vez les falta algo de puntería.
No en vano, ya lo expresa la sabiduría popular con aquel dicho de que hay "mentiras pequeñas, mentiras grandes y encuestas". Aunque, como aclaran los expertos, es injusto atribuir a la mala fe lo que es más bien falta de pericia.
"Fallan por razones metodológicas. La población puede pensar que es manipulación y que alteran los datos, pero ante lo que de verdad estamos es ante la falla de las técnicas empleadas", opina Jairo Nicolau, experto de la Universidad del Estado de Río de Janeiro (UERJ).
Errores en cadena
Los sondeos para la segunda vuelta dan como favorita a la candidata del oficialismo.
El problema es que inevitablemente esos datos a veces desenfocados y casi siempre elevados a la categoría de verdades absolutas por los medios pueden terminar disparando una cadena de errores.
"Los candidatos están muy influenciados, hay electores que hacen cálculos estratégicos y dejan de votar por su opción preferida para evitar que gane otro o forzar una segunda vuelta. Todo esto está orientado por los sondeos", afirma Nicolau. Y no sólo eso: el experto recuerda los problemas de financiación que pasó Serra cuando las encuestas lo daban por prácticamente derrotado en agosto y los empresarios dejaron de hacer aportaciones económicas en su campaña. "Nadie va a dar dinero al candidato que sabes que va a perder", agrega.
Además, los candidatos tienen a disposición toda una estructura de elaboración de sondeos que puede inevitablemente influye toda su estrategia de campaña.
Ahora bien, los expertos reconocen las enormes dificultades a las que en la actualidad se enfrenta quien elabora un estudio de opinión.
Nicolau las resume: "En las casas son cada vez menos los que tienen teléfono, hay mucha inseguridad, los investigadores de campo están mal pagados y sobre todo se usa la metodología de la cuota, que da muchos problemas".
¿Volverán a pasar en el segundo turno?
En la primera vuelta, los principales institutos de opinión pública de Brasil fueron unánimes en una cosa: equivocarse en predecir que no iba a haber segundo turno por la victoria de la ex ministra Rousseff.
Según Vóx Populila aspirante del Partido de los Trabajadores ganaba con un 53%, para IBOPE iba a ser con un 51%, un punto menos que el 50% que le daba Data Folha. La cruda realidad de las urnas fue de un 47% y la necesidad de un segundo turno.
Para el especialista mexicano Roy Campos, de Consulta Mitofsky, "en términos reales, ninguna falló porque efectivamente previeron el ganador. Ahora, en términos mediáticos, puede que se vea muy escandaloso porque no fueron con la distancia que se estimaba".
No está de acuerdo Nicolau, quien considera que "acertar no es suficiente".
"Con los instrumentos de la actualidad, una investigación puramente probabilística permite calcular el margen de error. No se trata de acertar el resultado, lo que se debe conocer es una estimación", le explica a BBC Mundo.
Ahora bien, de cara al segundo turno, el profesor brasileño aclara que "con sólo dos candidatos es mucho más barato y fácil ampliar el número de entrevistas, con lo que baja la posibilidad de errar".
El "arte" de la muestra por cuotas
El presidente Lula dejará la presidencia en enero con un 80% de popularidad, según los sondeos.
Un ejemplo de los fallos estructurales de los sondeos de opinión en la actualidad es el empleo de la técnica del "muestreo por cuotas", simplemente porque es más barato.
"El muestreo por cuotas no es un método científico definido. Más bien se trata de una producción 'artística', difícil de definir o describir". Así se despacha el profesor Leslei Kish en su libro "Survey Sampling".
Esta "metodología de la cuota", la más extendida, parte de la estratificación de la población con parámetros con la edad, el sexo o el nivel de renta y después atribuir un peso determinado en el resultado final.
Para los profesores brasileños José Ferreira de Carvalho y Cristiano Ferraz "el problema está en que no es posible, científicamente, estimar parámetros poblacionales a partir de tales muestras".
En su artículo "La falsedad del margen del error en los sondeos electorales basadas en muestra por cuotas", Carvalho y Ferraz escriben que "no se sabe lo que puede salir de un sondeo así ya que los estimadores son arbitrarios e injustificados y el margen de error declarado no tiene fundamento".
Nicolau llama a los institutos de opinión pública a dedicar un momento a reflexionar seriamente sobre su metodología: "La cuota es un método del pasado que cuando falla lo hace de forma muy grave".

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